soñé con una tacita
de porcelana china
con su respectivo platito
y adornos rosados
pintados a mano
la contemplaba desde arriba
la claridad de una suave tarde primaveral
en el patio de doña Tita
la taza contenía una infusión
delicada como una geisha
de agua clara y transparente
y pequeñas florcitas lilas
que flotaban
¡qué vista tan placentera!
fresca y penetrante
como el parral que rodeaba la cúpula
suave como las manos nudosas
de una abuela
que teje ilusiones de lana y amor
indescriptible
como el aroma de los recuerdos
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